Las personas con deuda forzada generalmente sufren o han sobrevivido la violencia doméstica y también han sido abusadas financieramente. Tú podrías tener una deuda forzada si respondes “sí” a cualquiera de las siguientes preguntas:
- ¿Alguna vez una pareja te ha presionado a obtener crédito o comprar algo usando crédito cuando no querías y en contra de tu voluntad?
- ¿Alguien alguna vez te amenazó con hacerte daño a ti o a tus hijos—o de hecho te hizo daño— si tú no accedías a obtener un préstamo o a comprar algo usando crédito aún cuando no querías hacerlo?
- ¿Alguna vez te has enterado de deudas o cuentas que tu pareja puso a tu nombre sin tu conocimiento?
- ¿Alguna vez tu pareja te ha ocultado información financiera?
- ¿Alguna vez has permanecido en una relación por más tiempo del que querías con alguien que te controlaba debido al temor de tener que sostenerte a ti misma o a tus hijos?
- ¿Alguna vez tu pareja te convenció de poner las facturas del hogar a tu nombre?
Yo no estoy en una relación que tenga violencia doméstica. ¿Aún podría ser una víctima de deuda forzada?
Sí. La deuda forzada puede existir sin que haya de por medio una relación de violencia doméstica. Por ejemplo, los adultos mayores o las personas con discapacidad que son víctimas de abuso financiero pueden tener deudas forzadas.
Si te encuentras en una relación de pareja con alguien que abusa de ti financieramente, pero no hay otro abuso físico o emocional, todavía puedes ser considerada una víctima de deuda forzada.
Al igual que las víctimas de violencia doméstica, otras víctimas de abuso tienen herramientas para disputar las deudas que se tomaron mediante fraude, amenaza o presión. Si estás en esa situación, los recursos de las guías de esta caja de herramientas pueden ayudarte. También puedes considerar buscar la ayuda de un abogado. Consulta los Recursos de Violencia Doméstica y Servicios Legales, en la cual encontrarás una lista de abogados sin costo o de bajo costo.
