Si es seguro hacerlo, protégete de la deuda forzada asegurándote de que eres la única persona que puede acceder a tus cuentas.
Contacta a tu banco por teléfono o en persona. Solicita lo siguiente:
- Haz que tu banco agregue preguntas de seguridad adicionales o protecciones a tus cuentas existentes para hacer que sea más difícil tener acceso a tus cuentas;
- Pídele a tu banco que la persona que abusa de ti no sea un usuario autorizado en tus cuentas.
Asimismo, puedes considerar cerrar las cuentas bancarias existentes y abrir nuevas a las que no pueda acceder la persona abusadora. Al momento de abrir una nueva cuenta, asegúrate de cambiar los depósitos directos y pagos automáticos relacionados a tus cuentas viejas.
Si tienes cuentas conjuntas con la persona abusadora, no podrás quitarle fácilmente el acceso a la cuenta a la persona que te abusa. Es posible que puedas cerrar una cuenta conjunta sin el consentimiento del otro titular de la cuenta. Si tienes una cuenta corriente conjunta con una pareja abusadora, puedes considerar sacar tu dinero de esa cuenta. Solo haz esto después de analizar detalladamente tu plan de seguridad.
Seguridad de claves
La persona abusadora puede saber –o ser capaz de adivinar-- tus claves en línea. La persona abusadora también puede saber otra información personal que te identifique, como tu número de seguro social, el apellido de soltera de tu mamá y las respuestas a tus preguntas de seguridad. Escoge nuevos nombres de usuario, claves y preguntas de seguridad que la persona abusadora no pueda descifrar fácilmente.
Cambia los datos de inicio de sesión (login) y las claves de los siguientes tipos de cuentas:
- Cuentas bancarias
- Tarjetas de crédito (incluyendo tu NIP o claves)
- Teléfonos celulares
- Correos electrónicos
- Compra en línea (como Amazon)
- Claves de medios de información en línea (como Netflix y Hulu)
- Cuentas en redes sociales (como Facebook y Twitter)
- Cuentas médicas y portales en línea
- Sitios de impuestos (como TurboTax)
Cuando cambies tu clave, asegúrate de que tu nueva clave no pueda ser adivinada por alguien que te conoce. También asegúrate de que tu nueva clave esté conectada a tu nuevo correo electrónico y a tu nuevo número de teléfono. La clave no debe estar relacionada con ninguna información personal sobre ti misma. No vuelvas a usar tu clave vieja simplemente cambiando el último número. Si es posible, usa una combinación de palabras y números generados aleatoriamente.
Administradores de Claves en Línea.
Existen muchos administradores de claves en línea que puedes usar. Estos administradores de claves usan un programa de manejo de claves que recuerda claves fuertes, únicas, para cada sitio web que visitas. Necesitas recordar una sola clave que te permita acceder al administrador de claves en línea. Versiones gratis de estos servicios podrían estar disponibles. Algunos podrían cobrar una cuota, cuyo costo varía en precio de $14.99 a $59.99.
Entre los administradores de claves disponibles se encuentran:
- LastPass,
- Keeper,
- Dashlane, y
- Sticky Password.
Si tienes un sitio seguro, escribe y guarda tus claves junto con otros documentos importantes. Puedes usar una caja con candado o guardarlos con un familiar de confianza. También puedes usar un programa de administración de claves que requiera una única clave para acceder. Escribe y guarda esa clave maestra en un sitio seguro.